Mandfred Fnädinger, conocido como Man o el Alemán de Camelle, nacido en Alemania en 1936, fue un pintor filósofo y escultor alemán que vivió como un anacoreta en la parroquia de Camelle, perteneciente al término municipal de Camariñas.
Man, llego a Camelle en 1962, se supone que se dirigía a Muxía, pero se quedó en esta tierra. Llego pulcramente vestido, y era católico practicante. En Camelle entablo amistad con la única familia de la zona que sabían su idioma, la familia Baña Heim.
Esta familia le alquilo una casa, la cual Man empieza a pintar de negro en su interior y llenarla de conchas y todo lo que recogía del mar, plantas, maderas, huesos de animales… Los caseros les dijeron que así no podían seguir, que no podían permitir que introdujese todo eso en su casa.
Debido a esto y también a un desengaño amoroso que se dice que tuvo con una maestra amiga de la familia Heim, Man desaparece un par de días y aparece desnudo, tan solo cubierto con un taparrabos. Se hace con un terreno en la punta del muelle, más concretamente conocido como Punta do Boi, y empieza a construir su caseta sin agua ni electricidad, corria el año 1972. Es aquí cuando empieza a crear su jardín, su obra, construyendo columnas de piedra, muros y extrañas figuras hechas con toda clase de materiales que el mar le entregaba.
Se dejó crecer el cabello y la barba, se aisló y descuido por completo su aspecto físico, comenzó una vida similar a la de Robinson.
Hacia grandes travesías nadando y daba largas caminatas hacia los montes cercanos, comenzándose a gestar esa imagen de ermitaño por la que era conocido, ya que su vida empieza a despertar curiosidad no solo entre las personas del pueblo sino también de fuera.
En los años 80 llego a ponerse delante de las máquinas que querían construir un muro de hormigón para ampliar el puerto de Camelle, consiguiendo paralizar estas obras, pero solo por un periodo de tiempo. Cuando las obras se reanudaron, Man para expresar su malestar, se tendió sobre el cemento fresco, quedando así gravada su figura.
El 19 de noviembre de 2002, ocurrió uno de los mayores desastres ecológicos acaecidos en Europa. Un petrolero que llevaba varios días a la deriva frente a las costas gallegas, vertió al mar 77.000 toneladas de crudo que llevaba dentro almacenadas. Esto ocurrió debido a una desafortunada maniobra por intentar alejarlo de la costa, haciendo que se partiese en dos. El barco, en el momento del desastre, se encontraba a tan solo 28 millas de Finisterre.
Este petrolero tenía por nombre Prestige y el desastre fue conocido también por este nombre, “el desastre del Prestige”, que afecto a 2.000 kilómetros de costa española, francesa y portuguesa. La población de Camelle fue uno de los lugares que más se vio afectado por este vertido negro.
Man no pudo supera ver su querida costa y todas sus obras cubiertas por este chapapote negro, su alma se ensombrecio, a partir de este momento “Man se dejó morir”, se encerró en su vivienda, la gente le llamaba a la puerta para ver como se encontraba pero él no quería abrir.
Un 28 de diciembre, alguien se decide a entrar en la cabaña de Man y encuentra su cuerpo sin vida, Manfred había muerto, sin embargo nadie lo creía al ser este día, el día de los Santos Inocentes.