Camariñas: Algo más que encajes
Camariñas es un pueblo marinero conocido por sus encajes de bolillos y su riqueza natural y ambiental. ¿Quieres conocer todos sus secretos? Hoy en Efigest te contamos sus puntos más emblemáticos para conocer. ¡Empezamos!
Camariñas es un pueblo marinero conocido por sus encajes de bolillos y su riqueza natural y ambiental de la que es testigo el Faro de cabo Vilán, uno de los más emblemáticos de Galicia. El pueblo ocupa una península con dos caras, una mirando al océano Atlántico y a otra a las tranquilas aguas de la ría que comparte con el ayuntamiento vecino de Muxía. El topónimo de Camariñas procede de la planta arbustiva caramiña (Corema album). En Camariñas hay mucho más para descubrir. ¿Quieres conocer todos sus secretos? Hoy en Efigest te contamos sus puntos más emblemáticos para conocer. ¡Empezamos!
Faro Vilán
El naufragio del acorazado inglés HMS Serpent (1890) en Punta do Boi aceleró la construcción del actual faro y su paso a categoría de primer orden -como el de Fisterra o el de las islas Sisargas-, consiguiendo su luz las 60 millas (97 km). La catástrofe también motivó que fuera el primer faro electrificado de España (1896). Justo enfrente, aun puedes ver al conocido como “Faro Vello”.
Este es uno de los faros más característicos de la Costa da Morte. El enclave natural en el que se asienta es espectacular. De hecho, Cabo Vilán fue declarado Sitio Natural de Interés Nacional en 1933.
Es difícil olvidarse de este sitio: del paisaje, de la luz, del viento o de la arquitectura del edificio. Está distribuida en alturas y adaptada a la orografía: la vivienda está separada de la linterna y comunicada por un túnel cubierto que llega hasta la torre. ¡Son 250 escaleras!
Este es un faro abierto en todos sus sentidos. Entra para visitar las salas de exposición, en las que siempre hay una muestra; y el Centro de Interpretación de los Naufragios de la Costa da Morte donde puedes ver un recorrido simulado hasta la linterna. También encontrarás una cafetería.
Si llegas en la puesta de sol, busca el “rayo verde“, el color que toma la luz del astro rey en el entorno de los faros.
Iglesia de Santa Mariña
En el lugar que ahora se levanta esta iglesia estuvo el monasterio benedictino -los monjes negros- de Santa Mariña de Tosto, que llegó a reconstruirse dos veces. Está considerado uno de los focos más antiguos de cristianización de estas tierras. La situación en este lugar retirado pudo estar relacionada con la cristianización de algún culto pagano, a un elemento natural o a la fertilidad ya que Santa Mariña fue una legendaria mártir de Antioquía que simbolizaba los cultos a las aguas y favorecía a cosechas.
Las vistas de la costa desde este lugar son espectaculares e incluso se puede identificar el cabo Roncudo, en el municipio de Ponteceso.
La iglesia se encuentra detrás del monte Branco y desde aquí se puede continuar el camino hacia el arenal de Trece para ver este cautivador lugar y la duna rampante más alta en el norte de España (150 m).
La panorámica de la duna desde arriba es impresionante. ¡La arena parece oro!
¡Pero ojo, no no hay que adentrase demasiado ni bajar atravesando hacia la playa porque es un paraje protegido incluido en la Red Natura 2000!
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Castillo del Soberano
La ría de Camariñas, así como otras de la costa gallega, fue un importante enclave estratégico durante las batallas navales que ocuparon Europa durante los siglos XVI, XVII y XVIII.
A mediados del s. XVII comienzan a proyectarse fortificaciones para la defensa de esta zona costera y en 1740 ya se había construido parte de la batería de Camariñas. En 1801 se construyó otra batería en Muxía, enfrente de este punto, para defender la totalidad de esta ría.
La Batería del Soberano, o también conocida como Castillo del Soberano, constaba, hacia la tierra, de un recinto amurallado con un baluarte, dos medios baluartes y un foso entre ellos. La entrada estaba sita en un lateral del baluarte central. Para la defensa de la parte que da al mar se construyó una batería curva con diecisiete tronas. Entre los dos recintos se emplazaba una nave que servía de polvorín, almacén y acuartelamiento.
Restos
Estaba construida con grandes bloques de granito. Actualmente sólo se conservan cimientos y parte de la zona baja del muro exterior.
Perdida su utilidad como recinto defensivo, fue desmontada en los años 40 para utilizar los bloques en la construcción del actual puerto, donde también pueden verse los cañones sirviendo de amarre para los barcos
Cementerio de los Ingleses
Entre punta de O Boi y punta A Cagada, uno de los lugares más fatídicos de la Costa da Morte, fueron 8 los naufragios y 245 las víctimas. Pero el más trágico fue el del Serpent la noche del 10 de noviembre de 1890.
Este acorazado partió dos días antes de Plymouth rumbo a Sierra Leona. Derivó mucho a tierra y la escasa luz del Faro Vilán hizo que chocara en el lugar que hoy se conoce como “el bajo del Serpent”.
Se escuchó el desolador ¡”Sálvase quien pueda!”. De los 175 tripulantes solo se salvaron 3 que fueron empujados a la playa de Trece. El cura de Xaviña movilizó a los vecinos para proceder a la sepultura de los 172 cuerpos en este emblemático lugar. En el interior están los restos del capitán y oficiales y en el exterior, los marineros.
En los primeros años, un barco de la armada inglesa se acercaba aquí para arrojar una corona de flores y los barcos de guerra lanzaban salvas de honor.
El Cementerio de los Ingleses está incluido en la Ruta Europea de Cementerios Singulares, reconocida igual que el Camino de Santiago como Itinerario Cultural Europeo.
A la derecha del cementerio se encuentra el monte Branco, la mayor duna rampante de Galicia, y a sus pies la mayor reserva de caramiñas, el arbusto (protegido) que da nombre a Camariñas.
Foso de los lobos
El Foso de los Lobos de Camariñas es una construcción tradicional (s. XVI) que servía para cazar el lobo, siendo única en la provincia de A Coruña. Tiene la singularidad de emplear como barrera natural la línea de costa al situarse junto a las playas de Reira. Las otras trampas existentes en Galicia se sitúan en las montañas de Lugo y Ourense.
En el vértice de sus muros en forma de V hay un pozo de 2 metros donde se precipitaba el animal.
¿Cómo era la batida?
- Reunión. Antes de la primavera se prendían hogueras en los montes y la columna de humo indicaba el inicio de la batida.
- Batida. Todos estaban obligados a participar, excepto en Semana Santa y Navidad. Peinaban los montes en grupo golpeando la maleza con un palo. Otros hacían ruido con cacharros.
- Foso de los lobos. Espantado el lobo hacia el foso, ampliaban el muro que da al monte con un cordón de gente cogida de las manos. Tapaban el foso con maleza y provocaban que el animal cayese en la trampa. Lo remataban con piedras.
- Fiesta. Con el lobo muerto atado por las piernas, recorrían los lugares en romería. La práctica terminó cuando aparecieron las armas de fuego.
- Presente. Testigos de este pasado son los topónimos en donde se hacían las hogueras: Monte da Vela, Alto da Vela y Cova dos Lobos.